jueves, 25 de septiembre de 2008

Jóvenes autores en español (algunos de los participantes)

Tercera jornada y clausura



El encuentro de jóvenes autores en español concluye tras tres intensos días de debate e intercambio
La tercera y última de las jornadas del encuentro entre jóvenes autores en español, celebrada ayer jueves, se abrió con una mesa redonda bajo el título “Amarga memoria” en la que participaron el zaragozano Julio José Ordovás, la riojana Carmen Beltrán y el poeta limeño Martín Rodríguez Gaona. La historiadora Pilar Salomón, encargada de moderar la mesa, habló de la recuperación de la memoria histórica y destacó cómo el cine utiliza el humor para acercarse al pasado. Julio José Ordovás advirtió de la diferencia entre lo literario y lo histórico. La poeta y editora Carmen Beltrán se acercó a lo que la memoria significa en su poesía y cómo la utiliza. Por último, Martín Rodríguez Gaona recordó que “la memoria siempre es amarga porque se recuerda algo que ya no se puede tener”.
La segunda mesa del día, dedicada a canon y literatura, contó con las intervenciones de Pamela Colombo, escritora argentina, David Mayor, poeta zaragozano, y el poeta Mariano Peyrou. Mientras que la argentina propuso “la profanación del canon para acercarse a la diferencia que no dejan ver las lecturas canónicas”; David Mayor señaló que “el canon es, sobre todo, un conflicto político”. Habló del canon de Policleto y recordó que el canon nace como un ideal de belleza absoluta que se relaciona con la verdad absoluta. Para Mayor, el canon literario “trata de armar un modelo de perfección que jamás se va a conseguir”. Por su parte, Mariano Peyrou afirmó que aunque el canon le produce un “cierto rechazo”. “El canon no es bueno ni malo, es”, afirmó Peyrou y matizó que el canon debe entenderse como una herramienta.
El último debate se centró en las nuevas propuestas con la presencia de Eduardo Halfon, Elvira Navarro y Juan Sorós. Halfon, narrador guatemalteco establecido en Logroño, afirmó que “no existe un proceso intelectual” sobre lo que escribe mientras lo hace, sino que “es un proceso más libre, espontáneo y caótico”. Elvira Navarro, que publicó su primera novela en Caballo de Troya, explicó lo que espera como lectora ante un libro que se presupone nueva propuesta; afirmó que para ella lo nuevo “es un discurso que, de repente, pone en entredicho nuestra manera de mirar al mundo”. Para Sorós las nuevas propuestas en poesía se relacionan con “la exploración de terrenos propios hasta los límites del lenguaje”.
Antón Castro y Antonio Pérez Laceras fueron los encargados de clausurar estas jornadas que han acogido a más de cuarenta autores de las dos orillas del Atlántico. Pérez Laceras destacó “el momento dulce que estamos viviendo en la literatura” y Castro “la gran variedad de líneas de trabajo que se están siguiendo, tanto en narrativa como en poesía, influidas por lo audiovisual y lo mediático”.
Además de mesas redondas, hubo tiempo también para presentaciones de libros: Diario de las especies, de Claudia Apablaza y Cineraria, de Juan Sorós. La velada terminó con el concierto del grupo aragonés Kyoto en la Fonda del Tozal.
Nacho Escuín, coordinador de las jornadas, se mostraba satisfecho por la asistencia a las mesas y por el interés que todas ellas suscitaron a los participantes.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Imágenes: la librería y los asistentes.




Segunda jornada



La segunda jornada del encuentro entre jóvenes autores en español que acoge Teruel comenzó ayer, miércoles, con las intervenciones de Milena Rodríguez, cubana afincada en Granada, Timo Berger, que traduce poetas latinoamericanos al alemán desde Stutgart, y el argentino Andrés Neuman acerca de las antologías literarias. Milena Rodríguez trató de responder a algunas de las cuestiones que plantea el tema. Citó a Lezama Lima o Guillermo Sucre como artífices de antologías modelos frente a la nueva manera de antologar en estos días, “hoy se trabaja menos”, afirmó. Para Milena Rodríguez, “el tiempo es el mejor antólogo” y el tipo de antologías que ella prefiere es aquella que no responde ni a épocas, ni a tendencias, sino al propio gusto del poeta que antologa. Timo Berger explicó cómo trabaja desde Stutgart en una antología digital de poesía latinoamericana traducida al alemán, que se actualiza cada semana. Por último, Andrés Neuman estableció dos manuales distintos a propósito de las Antologías: el manual del antólogo pésimo y el del antologazo insufrible; dos hexálogos que desde el humor y la ironía señalan lo que no debe ser una buena antología, sea de relato, sea de poesía.
Yolanda Castaño, Elena Medel y Francisco Véjar debatieron sobre literatura y mercado. Mientras que Véjar trató de contextualizar el tema en Chile, su país de origen, y reivindicar un lugar para la poesía que el mercado excluye; las poetisas animaron a los asistentes a perder el miedo a vender libros y al mercado –que para Elena Medel no es sino “una masa de lectores que pueden comprar el libro”- y demostraron que vivir de la literatura es posible sin que por ello pierda calidad. Tanto Medel, como Castaño coincidieron en el tono optimista y reivindicativo de reconocer la poesía –y la literatura- como una profesión.
Por su parte, Raquel Lanseron y Andrea Cote plantearon la problemática de una literatura femenina. Ambas coincidieron en calificar la pregunta de la existencia de una literatura específicamente femenina de impertinente. Andrea Cote, colombiana residente en Filadelfia, recordó la etimología de texto, que viene de tejido, y que lo lleva directamente a las historias que las mujeres tejían en los telares. Lanseros, ganadora del XII Premio Unicaja de poesía, explicó que una de las constantes de su poesía es “intentar de darle la vuelta a los modelos de identificación y convertirlos en referentes femeninos”.
La jornada vespertina se abrió con una mesa redonda sobre cine y literatura. La ecuatoriana Gabriela Alemán trazó un panorama del cine ecuatoriano sin perder de vista la literatura a partir de temas que quedaron en el aire en mesas anteriores, como el compromiso en las vanguardias. Karla Suárez, cubana afincada en París, además de un esbozo del cine cubano, relató sus experiencias como escritora adaptada al cine y como guionista. Daniel Gascón, desde su experiencia de escritor y guionista, trató de establecer algunas de las diferencias esenciales de los dos oficios y señaló que una de las fundamentales es que el guión es una herramienta de trabajo que no está acabada y, en esto coincidió con Karla Suárez, “lo importante no es que esté bien escrito a nivel literario, sino que describa lo mejor posible la película que se quiere hacer” y lo comparó con los planos de una casa: “un plano de una casa, no es la casa”.
La última mesa del día se dedicó al escritor Roberto Bolaño y contó con la participación de la escritora chilena Claudia Apablaza, que propuso una reflexión acerca de “si la trascendencia de la obra de Bolaño se debe exclusivamente al valor de su obra o se ve incrementada por el magnetismo del personaje”. El poeta y crítico zaragozano Juan Marqués se centró en la obra poética de Bolaño, “que se ve un poco disminuida por la prosa; a lo que colaboró el lanzamiento simultáneo de la obra poética y los relatos de Bolaño”. Para Marqués, “Bolaño es un poeta impulsivo y el poema responde a un impulso” y citó un verso del propio Bolaño para argumentar su postura: “la violencia, como la poesía, no se corrige”. Por último, Diego Trelles analizó la prosa de Bolaño e intentó explicar algunas de las razones del impacto de la prosa del chileno.
Además de las mesas redondas, hubo lugar para presentar distintos libros: El árbol, del peruano Reinhard Huaman Mori; Bolaño Salvaje y No me olvides, del zaragozano Julio José Ordovás.

Imágenes: Nacho Escuín y la mesa sobre Literatura y Mercado.

Reseñas

La piedra en el charco en 20minutos.
La piedra en el charco en Agencia EFE.
La piedra en el charco en EUROPA PRESS.
La piedra en el charco en ARAGÓN DIGITAL.

La piedra en el charco en Heraldo

"La piedra en el charco" reúne en Teruel a 40 jóvenes escritores hispanoamericanos
Veinte autores españoles y otros veinte hispanoamericanos se reunirán en el Museo Provincial de Teruel para leer y debatir obras. Además, se presentarán nuevos trabajos literarios.

Cuarenta jóvenes autores, veinte españoles y otros tantos hispanoamericanos, participan a partir del martes en el I Encuentro literario "La piedra en el charco", en el que se confrontarán los estilos narrativos de ambos lados del Atlántico.

En el Museo Provincial de Teruel, se podrá comprobar la vitalidad de la narrativa y la poesía en las diversas realidades nacionales latinoamericanas y de Europa, según ha señalado el responsable de la organización de esta cita, Ignacio Escuín.

La elección de los cuarenta participantes se ha hecho con estricta "paridad" de hombres y mujeres, aunque algunos de los participantes son colectivos como "La Bella Varsovia".

El encuentro tiene como epígrafe el título de un libro de Juan Carlos Onetti, "La piedra en el charco", que también utilizó como nombre de una columna de prensa, que señala al océano Atlántico que separa y une España con América. La piedra, en este caso la primera, invita a vadearlo.

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Primera Jornada



Ayer martes tuvo lugar la primera de las tres jornadas del congreso de jóvenes autores en español, “La piedra en el charco”, que se celebra estos días en Teruel y que acoge a más de cuarenta autores españoles e hispanoamericanos. El alcalde de Teruel, Miguel Ferrer, el presidente de la Diputación Provincial, Antonio Arrufat, el director provincial del servicio de Educación y Cultura, Jesús Rodríguez, y la directora del Instituto de Estudios Turolenses, Montserrat Martínez, dieron la bienvenida a los autores y se mostraron orgullosos de acoger el congreso en la ciudad.
La primera intervención tuvo como invitados a Alfredo Bryce Echenique, Eduardo Mendoza, Javier García Rodríguez y Félix Romeo. Cada uno intentó establecer un esbozo de lo que significa la literatura para ellos. Bryce Echenique contó una anécdota familiar que da título a su próximo libro La esposa del rey de las curvas y que para él sintetiza su obra y marca el principio de su vocación literaria. Mendoza habló de la crisis de la literatura debida a que “vivimos en la era de la información y se conocen cosas que antes la literatura debía mostrar”. Advirtió a los jóvenes escritores que acuden al congreso de una de las “mentiras comunes” que rodea al mundo literario: la de que “lo importante no es lo que se cuenta cómo se cuenta”; Mendoza señaló que “el cómo se cuenta le importa sólo al que lo hace”, al lector le importa lo que le cuentan. Félix Romeo esbozó una lista de palabras ordenadas alfabéticamente relacionadas con la literatura: acción, alegría, amistad y amor, belleza, democracia, felicidad, historia, humanidad, humor, trabajo, verdad, vida o experiencia, fueron algunas de las palabras que para Romeo conforman su diccionario personal de la literatura. Por su parte, Javier García Rodríguez, hizo un acercamiento más académico y acabó animando a los jóvenes autores citando a Don Juan Manuel: “Quien no se pone a nada, nunca le acaece nada”.
En la primera mesa del congreso, dedicada a los outsiders y las fórmulas de riesgo intervinieron Mercedes Cebrián, el peruano Miguel Ildefonso y el vasco Unai Elorriaga. La madrileña señaló que el concepto de riesgo tiene dos vertientes: la del mercado, cosa que es impredecible saber, a su entender, y la del autor. En este segundo sentido, para Mercedes Cebrián el único riesgo que debe proponerse un autor es el de poner al límite sus facultades. Miguel Ildefonso trazó un panorama de la literatura limeña para acabar preguntándose qué es lo que hace outsider a un escritor, invitando a la reflexión a los asistentes. Unai Elorriaga, escritor y traductor, confesó que el secreto de su literatura es que escribe como habla su madre y habló de su faceta como traductor de sus propias obras, un “trabajo duro” en el que se confesó “escrupulosamente traidor”.
En la segunda mesa de la jornada, dedicada a literatura e internet, participaron Miriam Reyes, que habló de internet como una herramienta de experimentación para la poesía en relación con otras artes; Aloma Rodríguez, que contó su propia experiencia como bloguera que se vio plasmada en novela con París Tres; y Joaquín Pérez Azaustre, que se mostró optimista con la red, a la vez que trató de aportar una visión más crítica respecto a las relaciones entre lo literario e internet.
Hubo lugar, también para la reflexión acerca del compromiso en la literatura, a cargo de Luis Bagué, Laura Giordani y Alejandro Tarrab que establecieron un interesante debate acerca del concepto de compromiso en la poesía.
Finalmente, para concluir la primera jornada de mesas redondas, Enrique cabezón, Alba González y Alejandra Vanesa hablaron de sus experiencias como editores independientes.
La jornada se cerró con la presentación de la antología Parque de atracciones y una sesión de lecturas literarias con tribuna abierta en el Café del Arte.

En las imágenes, un momento de la mesa inaugural y la mesa con los colectivos que editan.